Los comunicadores internos nos encontramos frente al reto de generar contenido que llame la atención, ¿pero sería válido usar memes en el trabajo? Podría verse como una medida desesperada e incluso alejado de lo corporativo. Sin embargo, utilizar este tipo de contenido y hacerlo de forma divertida podría marcar una diferencia en la manera de comunicar internamente en las organizaciones.
Los comunicadores internos nos encontramos frente al reto de generar contenido que impacte, con imágenes, infografías y videos para mantener los niveles de atención en su punto máximo. Hoy en día las personas ya se comunican a través de memes y gifs en sus mensajes diarios.
Este tipo de contenido breve aprovecha la reducida atención de las personas y potencian el uso de imágenes y videos para contar historias que conectan. En estos momentos me quedan menos de 40 segundos para captar tu atención. Así es, según un estudio, cuando se trabaja frente a una computadora, la duración promedio de concentración es de tan solo 40 segundos antes de cambiar de tarea. Incluso hay científicos que han encontrado que en la actualidad el pez dorado tiene una capacidad de atención mayor (9 segundos) que la del ser humano (8 segundos).
Ya solo me quedan pocos segundos de tu interés, por lo que debería usar un meme para ganar algo más de tu tiempo. Este es el tema que hoy quiero tratar, los memes como herramienta de comunicación interna. Podría dar para una tesis, pero sí se hace bien podría funcionar para captar la atención de los empleados.
Adaptarnos a las transformaciones del entorno laboral con creatividad significa que las estrategias de comunicación interna necesitan renovarse. Las comunicaciones internas deben evolucionar con la existencia de canales más eficaces, que generen más cercanía y que incluso sean divertidas para así seguir conectando a las personas.
El mejor canal para poder emplear este tipo de contenido es en las llamadas redes sociales corporativas, las cuales hoy no compiten con el correo o la intranet, sino contra TikTok. Estas comunidades nos ayudan a potenciar esta forma de comunicarnos, de conectarnos y de trabajar.
Para que funcione naturalmente y haya una conexión, es importante adecuar el contenido al nuevo formato. Con los dispositivos móviles hoy en día siendo la herramienta por excelencia para estar conectado con lo que ocurre en el mundo, se puede brindar a los empleados la oportunidad de permanecer actualizado con las novedades de la compañía al alcance de la mano.
Otra de las claves en este tipo de contenidos y canales es mantener las personas siempre en el centro, incluso hacerlos parte de las conversaciones. La invitación es a generar comunidades y diálogo en vez de copiar el contenido de los correos directamente a una publicación.
Debe primar la comunicación corta e impactante, alineada a los estilos de microcontenido, cuidando el volumen de las comunicaciones. De lo contrario estaríamos colaborando con el spam tan común que se encuentra en las redes sociales. A mayor número de grupos y personas que sigues, mayor cantidad de información tendrás para filtrar.
Innovar en los formatos de comunicación interna es un reto del cual podemos sacar provecho tomando los aprendizajes que nos pueden dejar las redes sociales, sin perder el gran objetivo de conectar e inspirar a los empleados, y por qué no, entretenerlos al mismo tiempo.